Para empezar bien esta semana, os traigo esta receta originaria de Chile y que mi madre ha compartido conmigo. Las empanadas son tradicionales en la gastronomía chilena y su relleno puede ser diverso. Hoy os enseñaré a preparar unas deliciosas empanadas de queso fritas. Son perfectas como aperitivos para cualquier evento. ¡Empecemos!
Ingredientes (salen de 25 a 30 empanadas)
- 500 g de harina de trigo
- 200 ml de leche
- 1/2 cdta. de levadura en polvo
- 20 g margarina
- 1 yema de huevo
- 1 pizca de sal
- Queso mantecoso (yo utilicé queso gouda)
- Aceite para freír
Para empezar, mezclamos los ingredientes secos, añadimos la margarina y trabajamos la mezcla con las manos. Integramos la yema de huevo y por último la leche hasta formar una masa homogénea que no se pegue en los dedos, de este modo será más fácil de trabajar. Formamos una bola con la masa y la dejamos reposar en un bol cubierto con papel film durante 20-30 minutos.
Mientras la masa reposa, empezaremos a cortar el queso que hayamos elegido como relleno de las empanadas. En este caso, queso gouda. Cortaremos el queso en rectángulos no muy gruesos (aproximadamente 3 cm de largo).
Retomamos la masa para trabajarla con el rodillo. Dividimos la masa en siete partes y formaremos unas bolas. De cada porción saldrán alrededor de tres empanadas.
Enharinamos nuestra mesa de trabajo, con el rodillo extendemos cada una de las bolas formando una franja (como se muestra en la foto), ponemos tres rectángulos de queso en la parte superior y cubrimos con la parte inferior de la masa. Presionamos con la yema de los dedos el contorno de cada empanada para sellar y a continuación, cortamos con el cortador de pasta dando forma a cada empanadita. Presionamos con suavidad los bordes y quitamos el aire con las palmas de las manos. Seguiremos este proceso con todas las demás.
Iremos dejando las empanadas sobre papel vegetal. Por último, las freímos en abundante aceite hasta que estén doradas. Es muy importante quitar el aire a cada empanada para que no se salga el queso al freírlas.
Este sería el resultado final. Están mucho más ricas si se toman recién hechas, pero siempre puedes calentarlas un poquito antes de servirlas.
Van perfectas como entrante y se pueden combinar con cualquier salsa. ¡Os aseguro que no podréis parar de comerlas! Están riquísimas.
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