sábado, 13 de junio de 2015

Tarta de queso | Cheesecake (sin horno)


¡Hola de nuevo! Hoy os traigo esta receta deliciosa de tarta de queso o cheesecake. Esta tarta es mi favorita de todas las tartas, podría comérmela toda y no cansarme de ella, está taaan rica. Es muy fácil de hacer y muy sencilla, además no requiere horno. Espero que os guste tanto como a mí y la hagáis en vuestras casas. Empecemos con los ingredientes:

Ingredientes (molde 20 x 6 cm) 
  • 150 g de galletas tipo María
  • 80 g de mantequilla sin sal 
  • Ralladura de un limón
  • 200 g de queso crema tipo Philadelphia
  • 400 g de nata líquida para montar
  • 85 g de gelatina de limón
  • 200 ml de agua
  • 250 g de mermelada de fresa
  • 3-4 láminas de gelatina neutra (5-6 g)
  • Fresas 

Para empezar, molemos las galletas. Una vez molidas las ponemos en un bol y rallamos el limón. Usaremos mantequilla ablandada o derretida y se la iremos añadiendo poco a poco a esta mezcla hasta conseguir que quede una mezcla compacta y blanda. Rellenamos la base de nuestro molde con la mezcla de galleta (yo puse un cartoncito en la base para poder sacarla con facilidad), presionamos bien la galleta hasta que quede totalmente nivelada (podemos refrigerarla mientras hacemos la crema de la tarta de queso). 

Para hacer la crema, disolvemos la gelatina de limón en agua caliente y reservamos hasta que se enfríe. Mezclamos el queso crema con la nata hasta que no hayan grumos, por último añadimos la gelatina. Vertemos esta mezcla en el molde, sobre la base de galleta y refrigeramos hasta que cuaje (una noche).


Al día siguiente, haremos la cobertura de la tarta. Para ello, batiremos la mermelada hasta tener una consistencia líquida. Dejaremos las láminas de gelatina durante 1-2 minutos en agua fría para que se hidraten. Calentaremos menos de la mitad de nuestra mermelada durante 30 segundos en el microondas y luego le añadiremos las láminas de gelatina hasta que se disuelvan. Mezclamos con la otra parte de la mermelada hasta que se temple. Una vez templado, podremos verterla sobre la tarta. Dejaremos que cuaje una horitas y listo!. Podremos desmoldar nuestra tarta de queso cómodamente sin que se nos derrame la mermelada. 


Para finalizar, cortaremos unas fresas en rodajas y las pondremos sobre la tarta para decorarla. Se puede sustituir la mermelada de fresa, por frambuesa o por la que más os guste. Esta receta para mí es la perfecta, siempre resulta y queda riquísima, además gusta a todos. Si os ha gustado no dudéis en hacerla. 

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